
Atención significa singularidad. Por ejemplo, si prestas atención a muchas cosas, en realidad no estás prestando atención. Puede ser difícil concentrarse en una cosa a la vez, lo cual es quedarse corto. Pero es la clave del éxito en el trabajo y en la vida. Es difícil hacer algo, y mucho menos hacerlo bien, si no puedes concentrarte en ello.
Lo bueno del enfoque es que es una habilidad que se puede aprender. Se necesita práctica y prueba diferentes enfoques, pero en realidad puede mejorar sus habilidades. Y puedes hacerlo sin descargar ninguna aplicación ni aprender a hackear.
Puedes comenzar a aprender por ti mismo observando estas cuatro formas muy sencillas.
1. Haz una cosa a la vez
Lo que te detiene: la tecnología
Un estudio realizado por el Dr. Larry Rosen de la Universidad Estatal de California analizó cuánto tiempo los estudiantes pueden concentrarse en una tarea en particular. ¿Cuál es el tiempo promedio que pueden concentrarse en lo que están aprendiendo? tres minutos. ¿El culpable? Tecnología. Cada vez que algo suena, emite un pitido o parpadea, no estás 100 % concentrado en lo que estás haciendo.
Solución: apague sus notificaciones
Con eso en mente, la próxima vez que se siente y se concentre, desactive las notificaciones de Instagram, Twitter, Facebook, correo electrónico, Dropbox, Tinder, sí, todas ellas.
En los dos años desde que eliminé todas las notificaciones en mi dispositivo (excepto las llamadas telefónicas, que afortunadamente son raras), me las arreglé para no perderme ni olvidarme de nada. Cuando esté listo para ver, sus Me gusta, etiquetas, comentarios y mensajes seguirán ahí.
Pruébelo, incluso durante un día o unas pocas horas. Si es posible, apague todo lo que lo distraiga, incluido su Wi-Fi. Entonces (con suerte) notarás que cuando la notificación se detiene, el mundo no se detiene. Pero sucede que logras más.
2. Agrupa tareas similares
Lo que te detiene: tu trabajo implica una variedad de tareas
Déjame adivinar: usas muchos sombreros en el trabajo. Esta es la norma ahora. Tom DeMarco, coautor de un libro sobre productividad llamado Peopleware: Productive Products and Teams, señala que puede llevar 15 minutos o más recuperar el mismo alto nivel de concentración o flujo que tenía antes de la interrupción.
Entonces, cada vez que cambias de tarea, tu cerebro necesita al menos la misma cantidad de tiempo para volver al trabajo. Si cambias de tareas solo cuatro veces en una mañana, pierdes una hora de atención total.
Arreglo: agrupa tus trabajos
“Lote” se basa en la idea de procesar solo un tipo de tarea a la vez. En lugar de saltar de un proyecto a otro, complete todas las tareas relevantes dentro del tiempo asignado. Al “agrupar” el trabajo que tiene que hacer, no tiene que cambiar constantemente de marcha.
Entonces, agrupar toda la escritura que tengo que hacer en una mañana significa que puedo escribir cinco o seis artículos en una sola sesión. Perfecto. Luego, generalmente escribo sitios web para clientes por la tarde, poniendo mi cerebro en ese modo durante horas.
3. Concéntrate en el momento
Lo que te detiene: Soñar despierto
Siempre es un desafío concentrarse en el trabajo en cuestión y no fantasear con lo que sucederá con ese trabajo. Muchas veces, nos quedamos atrapados imaginando que lo que estamos haciendo será la próxima gran cosa, se volverá viral o nos hará ganar millones. Si bien es una buena idea, tampoco te acerca más a implementarla.
La solución: la técnica Pomodoro
El concepto del método Pomodoro es que las ráfagas de atención breves pero enfocadas con láser conducen a una mayor productividad. Es simple: configura un temporizador durante 25 minutos, apaga o elimina todas las demás distracciones y solo hace una tarea. Cuando se acabe el tiempo, puede tomar un descanso (soñar despierto) antes de comenzar otra tarea.
Cuanto más me concentro en lo que estoy haciendo, más rápido (y mejor) se hace. En lugar de pensar en todos los elementos de la lista y sentirse estresado o simplemente inquietante, intente pensar solo en el elemento en cuestión.
4. Date un respiro
Qué te detiene: crees que eres un robot
Demasiados consejos de productividad no tienen esto en cuenta: necesitamos dormir, comer, descansar y movernos. Como humanos, nuestra atención debe ser diversa y no siempre podemos controlar nuestros pensamientos o motivaciones. No importa qué tan activo o concentrado estés, no puedes quedarte así para siempre.
La solución: actuar como un ser humano
Esto puede parecer contraproducente, pero si tomo un descanso de mi escritorio, es más probable que termine mi trabajo rápidamente (y bien). La investigación apoya esto. Ya sea que esté caminando en la naturaleza, haciendo un estiramiento de cinco minutos o sentado en su porche y tomando café (a diferencia del trabajo compulsivo), todos estos descansos pueden ayudarlo a concentrarse mejor.
Eso es todo. Sin programas especiales, trucos secretos o aplicaciones costosas. Solo necesita darle a su cerebro una tarea, espacio y descanso; lo recompensará brindándole productividad.
Imagen de una mujer pensativa vía Shutterstock.
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