
Después de un largo y agotador viaje para encontrar y solicitar un nuevo trabajo, acaba de obtener el boleto dorado: la entrevista.
Pero después de una breve celebración, el pánico se apodera de ti: tu corazón ya está latiendo con fuerza, tus palmas están sudando y estás pensando: ¿Son los gerentes de contratación como tiburones? ¿Pueden oler el miedo?
Si la idea de sentarse frente a un gerente de contratación le revuelve el estómago, no está solo. ¡Pero no dejes que tu nerviosismo prevalezca! Prueba una de estas estrategias que te ayudarán a sentirte tranquilo, calmado y sereno, o al menos te hará lucir así.
1. Respira
Mientras espera que el entrevistador diga hola, tómese un momento para respirar un poco. (¡Sí, como una mujer embarazada en trabajo de parto!) Al hacer esto, puede desviar las emociones problemáticas que está experimentando (por ejemplo, nerviosismo o miedo) y poder concentrarse en otras cosas (en este caso, el trabajo asombroso) ‘esperanza aterrizar). El experto en salud holística Andrew Weil, MD, elogia los ejercicios de respiración y dice: “Debido a que la respiración es algo que podemos controlar y regular, es una herramienta útil para lograr la relajación y la claridad mental”.
Para hacer esto de manera más efectiva, respire profundamente por la nariz (realmente sienta cómo se expande el estómago) y sople lentamente por la boca. Repite esta acción 3 veces mientras te concentras. Lo mejor de esta técnica es que puedes usarla en cualquier lugar (y es bastante imperceptible), así que si sientes que tus nervios comienzan a hincharse durante el proceso de la entrevista, solo respira otra vez.
2. No te inquietes
La inquietud nerviosa es una de las señales más obvias de que estás nervioso, por lo que es una habilidad muy importante que debes dominar. Mi truco consiste en mantener las manos entrelazadas sobre la mesa o en el regazo para evitar que la mesa se golpee instintivamente, el cabello dé vueltas u otro movimiento perceptible. También me gusta sacudir las piernas, pero tener las manos en las piernas y ejercer un poco de presión sobre ellas me ayuda a recordar que debo seguir temblando al mínimo.
Si cree que no tiene ningún hábito irritable, es posible que desee volver a pensar: la mayoría de las personas no son conscientes de sus tendencias nerviosas porque son una parte arraigada de su comportamiento natural. Para verificar dos veces, intente algunas entrevistas simuladas con un amigo que pueda llamarlo en cualquier situación irritable. Una vez que sepa exactamente qué evitar, puede practicar cómo controlarlo.
3. Haz contacto visual
Una de las mejores maneras de convencer a un gerente de contratación de que te sientes más seguro que tú mismo es mantener un contacto visual constante y natural durante todo el proceso de la entrevista. Mary Griffin, directora de recursos humanos de una compañía nacional de atención médica, dijo: “Una manifestación clave de una Nellie nerviosa es la falta de contacto visual directo: mirar hacia abajo, mirar hacia otro lado, en lugar de mirar al entrevistador a los ojos”. Una entrevista más segura El entrevistador parece estar interactuando con el entrevistador”.
Una forma de recordarte a ti mismo que debes hacer contacto visual regular es enfocarte en un solo punto entre los ojos del entrevistador. Incluso puedes imaginar una diana de colores allí, lo que sea que tus ojos no hagan.
Por otro lado, ¡no querrás estar tan concentrado en hacer contacto visual que termines emitiendo una vibra espeluznante! Así que recuerda tomar descansos naturales, como mirar tu currículum de vez en cuando. Este es un acto de equilibrio, así que sigue practicando hasta que te sientas cómodo.
4. Presione Pausa
Algunos de nosotros (¡incluido yo mismo!) tendemos a ser distraídos cuando estamos nerviosos. Esto puede ser peligroso, porque una vez que comenzamos a hablar, es fácil salirse del tema y decir más de lo necesario, o peor aún, más de lo apropiado.
Para empezar con ventaja, trato de responder a cada pregunta con un solo pensamiento o idea a la vez. Por ejemplo, si se le pide que describa un rasgo que no le gustó de un supervisor anterior, podría decir: “Creo que sus tendencias de microgestión entran en conflicto con mi productividad”. Esto te salvará de adiciones innecesarias como “ella es una fanática del control total, no puede hacer que tome mis propias decisiones y me dan ganas de gritar cosas desagradables en el pasillo”, aunque probablemente sea la respuesta más honesta.
La clave para dominar esta técnica es mantener un tono sincero para que, incluso si su respuesta es breve, no parezca brusca o desdeñosa. Es más importante que cada pregunta se ciña a un tema en lugar de desviarse de una tangente tensa. No te preocupes, si el entrevistador quiere que desarrolles un tema, te lo preguntará.
5. Pensamiento positivo
Finalmente, calma tus nervios recordándote a ti mismo que debes estar allí. Oye, si no te consideran seriamente como candidato, ¡no se te invitará a una entrevista! Utilice este conocimiento para levantarse antes de la entrevista. Le da suficiente ventaja para hacer frente a la situación con una sensación de confianza y equilibrio.
Lo que es más importante, recuerde que si bien es necesario que mantenga la calma, la compostura y la confianza para conseguir el trabajo, una entrevista no es una situación de vida o muerte. Los gerentes de contratación también son personas: entienden y perdonan algunos nervios menores.
Entonces, con eso en mente, relájese, concéntrese y entre a la entrevista (¡al menos en el exterior!) con un nuevo nivel de confianza.
Este artículo es de índole informativo, es una recopilación de información de internet, esta información no necesariamente esta actualizada o es una fuente final de información. .