Adoptar este concepto le brindará más felicidad a largo plazo que el “equilibrio entre el trabajo y la vida”.

La gente habla del equilibrio entre el trabajo y la vida como si lograrlo fuera una clave preciosa para la felicidad. Abundan los trucos y consejos. Pero hay dos grandes problemas con este llamado boleto dorado. En primer lugar, esta oración implica que el trabajo no es parte de tu vida, es independiente.

Sin embargo, su carrera puede ocupar gran parte de sus horas de vigilia, entonces, ¿cómo podría no ser una parte integral de su vida? El segundo problema es que el equilibrio es esquivo y rara vez se logra. Esencialmente, el acto de equilibrar es rígido y sutil, pero la vida requiere flexibilidad. Entonces, en su búsqueda de la felicidad, el éxito y la realización, en realidad hay otra “B” que lo emociona. La palabra es límite. Desarrolle prácticas de establecimiento de límites y se preguntará por qué alguien todavía habla sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida.

Está bien valorar la estabilidad, pero dado que la vida no es estática, poner el equilibrio en un pedestal es problemático. Piense en todas las partes móviles de una semana determinada: grandes reuniones, viajes de trabajo, citas con el médico, eventos familiares, cortes de Internet, un compañero de trabajo que renuncia, otra persona que obtiene un ascenso, un conductor de Uber que se pierde en el camino a un evento social. Como sabe, la vida presenta obstáculos, como cuando su jefe recibe comentarios de un cliente que necesita adelantar la fecha límite y su salida planificada para las 6 p. m. se cancela repentinamente en lugar de ir a su clase de boxeo favorita, trabaja hasta tarde y se desmaya a las 2 a. m. . En esos días impredecibles, es difícil estar satisfecho con el equilibrio general entre el trabajo y la vida.

Sin embargo, puede sentirse bien con los límites, lo que lo coloca en el asiento del conductor y comprende que las cosas sucederán y no siempre saldrán según lo planeado. Puede reconfigurar regularmente la forma en que trabaja su día y su semana en función de sus responsabilidades profesionales y necesidades personales, y no entrará en pánico si su día es todo trabajo y nada de diversión.

Aquí hay tres formas de dejar de lado el equilibrio y abrazar los límites:

1. Establece tus límites diarios en función de tus prioridades

La cantidad de tiempo o esfuerzo que está dispuesto a dedicar a su jornada laboral, a la planificación de la fiesta de compromiso de un amigo oa los blogs variará según las circunstancias de cada día. Si el cumpleaños número 30 de tu novio te hace organizar una fiesta sorpresa con todos sus amigos, probablemente no te ofrezcas como voluntario para un proyecto de trabajo urgente. Si está organizando una conferencia, probablemente no duplicará sus horas de voluntariado. Cuando aprenda a establecer límites en función de sus diversas prioridades y obligaciones, se sentirá en control y libre para tomar las decisiones que funcionen para usted y la vida que desea vivir, no la vida que debe llevar.

2. Practica construir límites con los demás

Deja que la gente sepa lo que estás haciendo. Dígales a sus compañeros de trabajo y amigos por qué está abandonando la idea del equilibrio entre el trabajo y la vida, y explíqueles cómo sus límites significan que no pueden reunirse en la hora feliz con tanta frecuencia como solían hacerlo. ¿Listo para una promoción? Hable con su pareja acerca de trabajar algunas noches hasta tarde mientras sus superiores deciden su promoción.

Al compartir algunos de los detalles de su práctica de límites con aquellos en su vida, les da la oportunidad de apoyar sus objetivos en lugar de tentarlo constantemente con invitaciones que amenazan con cruzar su línea.

3. Primero falla en entender tus límites

A veces tienes que deslizarte para entender tus límites; redefinirlos es parte del proceso. Presionarte demasiado o subestimar el tiempo que toma algo te ayudará a trazar líneas mejores y más claras en el futuro. Digamos que ha tenido una semana relativamente ocupada en el trabajo, pero es importante para usted hacer tiempo para sus amigos y andar en bicicleta durante mucho tiempo.

Incluso si crees que la forma en que planificas tiene sentido, terminas sacrificando el sueño, lo que hace que pases más tiempo en la oficina porque pierdes la concentración y te distraes con facilidad. Esto resultó en una fianza para la cena y las bebidas. No se sienta presionado a cambiar de planes, solo sepa que la próxima semana ajustará sus límites. Tomará algún tiempo descubrir exactamente lo que necesita en esta situación para llegar fácilmente.

Así que adelante, permítase dejar de lado el equilibrio y comience a dibujar algunas líneas en su lugar. Se ve diferente cada semana, y no todas las líneas son rectas. Se sorprenderá de la cantidad de control y comodidad que encontrará cuando deje de intentar lograr un equilibrio imposible entre el trabajo y la vida.

Foto del hombre al teléfono cortesía de Caiaimage/Sam Edwards/Getty Images.

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