
En un mundo ideal, nuestro trabajo siempre sería desafiante, atractivo y gratificante. Sin embargo, como estoy seguro de que ya sabes, esto no siempre es así. A veces se necesita un gran cambio, como conseguir un nuevo trabajo, pero otras veces, es posible que solo necesite un pequeño ajuste para volver a encarrilar su carrera y en un camino más satisfactorio.
Entonces, ¿cómo sucede exactamente esto? Bueno, un método muy simple que funcionó bien para mí podría sorprenderte: dile a tu jefe que no eres feliz.
Lo sé, esto probablemente va en contra de todo lo que te han enseñado sobre cómo avanzar en tu carrera, pero créeme, a veces los jefes no saben que a sus empleados no les encanta su trabajo. Y, si lo haces bien, tanto tú como tu jefe apreciarán tus palabras. Aquí está cómo hacerlo.
Hacer una lista
Me gustan las listas. Ayudan a organizar sus pensamientos y proporcionan un excelente esquema para discusiones difíciles.
Los encontré especialmente útiles hace unos años cuando decidí hablar con mi jefe y hacerle saber que no amaba exactamente mi trabajo. Estuve en la empresa durante algunos años y me encantaba mi trabajo hasta que nuestra empresa comenzó a experimentar varias fusiones importantes. Sé que parte de mi queja tiene que ver con la fusión, pero no estoy del todo seguro de qué se trata. La descripción de mi trabajo no ha cambiado y mis horas no han sido demasiado largas, por lo que es difícil identificar qué es lo que está mal. Entonces, comencé a anotar todas las cosas que me hacían temblar todos los días, grandes o pequeños, durante aproximadamente una semana.
Cuando reviso mi lista, inmediatamente se me ocurre algo. Ahora estoy trabajando con un nuevo equipo en una zona horaria diferente y, dado que tenemos ciertos plazos, he notado que no voy al gimnasio ni almuerzo con tanta frecuencia como solía hacerlo. Otras cosas que no eran tan obvias, al menos para mí, fueron realmente útiles a la hora de charlar con mi jefe.
Una vez hecho esto, es hora de hacer lo siguiente:
reunión de planificación
A ningún jefe le gusta escuchar una lista de lo que está mal en un trabajo o en una empresa. Entonces, lo más probable es que, si solo presenta una lista de “no me gusta”, su jefe lo verá como una queja o solicitud de que él o ella no puede cumplir.
Entonces, después de anotar su lista, es una buena idea crear una nueva lista para que la discuta con su jefe. Revise sus quejas para ver si surge algún tema y resúmalo en puntos de la agenda. Por ejemplo, si siempre almuerzas en tu escritorio o cancelas constantemente planes con amigos porque llegas tarde al trabajo, haz que “mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida” sea uno de los puntos que deseas analizar. Siempre que sea posible, intente estructurar su lista de manera positiva y desde una perspectiva de solución en lugar de simplemente quejarse (más sobre esto más adelante).
Con la lista ordenada, es hora de una reunión. Ahora, usted puede tener la tentación de correr hacia su jefe y decirle que quiere “hablar”. Pero créeme, si no quieres que tu jefe entre en modo de crisis, no lo hagas. Cada vez que un empleado se les acerca y les dice “hay algo de lo que quiero hablarles”, los jefes piensan que algo anda muy mal. En su lugar, comuníquese con su gerente justo después de una reunión de equipo o converse mientras toma un café en la sala de descanso para encontrar una continuación sin problemas. Supongamos que tiene algunas ideas para “mejorar el tiempo de respuesta del proyecto” o “mejorar la moral”, quiere su opinión y desea programar una hora para conversar. Ahora su jefe está listo no solo para escuchar sus pensamientos, sino también para compartir los suyos.
Cuando te sientes a conversar, te recomiendo uno de estos tres enfoques:
1. Piensa en una solución
Cómo le dices a tu jefe que estás aburrido en el trabajo es un asunto delicado. No querrás parecer demasiado negativo, pero tampoco querrás encubrir tu insatisfacción.
Entonces, una excelente manera de tener una conversación es combinar sus inquietudes con consejos sobre cómo abordarlas de una manera mutuamente beneficiosa. Por ejemplo, si su hora de almuerzo está ocupada por una reunión de equipo en Londres, dígale a su jefe que comenzar la reunión una hora antes podría ayudar a mantener al equipo concentrado, ya que todos no estarán mirando el reloj mientras sus estómagos gruñen. El equipo de Londres no tendrá que quedarse hasta tan tarde. Concéntrate en lo que puedes hacer para mejorar la situación. Su jefe apreciará su consejo reflexivo (y, bueno, con suerte obtendrá la información de que su tiempo de almuerzo tan necesario está siendo sacrificado).
2. Pide consejo
¿No estás del todo seguro de cómo solucionar el problema? Está bien, puede usar esta reunión para pedirle consejo a su jefe.
Por ejemplo, supongamos que no puede soportar trabajar con Bob en un trabajo de contabilidad debido a su mala higiene dental. Mencione que tuvo algunos desafíos trabajando con Bob y busque consejos sobre cómo manejar mejor la relación. Hable con su jefe acerca de las tácticas que ha probado que no parecen funcionar (como sugerirle a Bob que las comunicaciones por correo electrónico son mejores para usted para el mantenimiento de registros), luego solicite una lluvia de ideas para obtener más ideas. El propósito de esto es mantener informado a su jefe para que pueda ayudarlo a encontrar una solución, en lugar de quejarse del mal aliento de Bob.
3. Obtenga ayuda
Esto puede sonar difícil, pero a veces es justo lo que necesita, especialmente si no está seguro de qué es lo que lo detiene en el trabajo. Hágale saber a su gerente que no se siente tan comprometido como antes y que desea que él o ella lo ayuden a retomar el rumbo. Mencione su lista de verificación y tenga una conversación sobre lo que notó en la oficina y en su función.
Mantenga la discusión lo más positiva posible, asegurándose de que el foco no esté en el hecho de que no está contento, sino en su intento de volver a la cima. Su jefe apreciará su compromiso y, después de conversar un rato con usted, obtendrá una idea de sus motivaciones, o no, y podrá ayudarlo a guiarlo de regreso a un lugar feliz.
Ninguno de nosotros amamos nuestro trabajo todo el tiempo, pero si no disfrutas de tu trabajo la mayor parte del tiempo, eso suele causar problemas. No es fácil descubrir qué es lo que te molesta en el trabajo, pero con una reflexión cuidadosa y conversaciones honestas con tu jefe, te volverás a enamorar de tu trabajo.
Este artículo es de índole informativo, es una recopilación de información de internet, esta información no necesariamente esta actualizada o es una fuente final de información. .