Cómo escribir un gran discurso para cualquier ocasión

No hay nada peor que mirar una pantalla en blanco preguntándose cómo empezar a escribir un discurso. Oh, espera, hay cosas peores: mirar una pantalla en blanco preguntándote cómo comenzar tu presentación, con la fecha límite justo frente a tu cabeza. Agregue algo de estrés a la mente desordenada y la tarea aterradora, bueno, es probable que arme algo, levante las manos o tire la toalla.

Pero no te enojes, ten una estrategia. En mi trabajo entrenando a personas ocupadas (desde poderosos magnates de las películas de Hollywood hasta damas de honor nerviosas) para que hablen, descubrí que seguir estos tres pasos simples puede llevarlo rápidamente de la idea al discurso.

Paso 1: Preparación

Si bien es muy satisfactorio comenzar a agregar texto a la página, es más importante tomarse unos minutos para pensar en lo que desea lograr con este discurso o presentación. Después de todo, como dijo una vez el gran Yogi Berra de los Yankees: “Si no sabes a dónde vas, terminarás en otro lugar”.

Por lo tanto, tómese unos minutos para pensar en las siguientes preguntas:

  • ¿Qué clase de discurso es este? Los tipos comunes incluyen informativos (dirigidos a instruir o enseñar), persuasivos (dirigidos a cambiar las creencias y comportamientos de las personas) y excitantes (centrados en generar respuestas emocionales).

  • ¿Quién es tu audiencia? ¿Cuánto saben sobre el tema? ¿Qué creen que puede o no ser verdad? ¿Que quieren ellos? ¿Que quieren ellos? ¿De qué tienen miedo?

  • ¿Qué quieres que sienta tu audiencia? ¿Qué quieres que hagan? ¿Qué una o tres cosas quiere que sepan (basado en lo que ya saben o creen, esperan, quieren o temen, y lo que quiere que entiendan) que los impulsará a hacer lo que usted quiere que hagan? Cíñete a tres puntos principales tanto como sea posible. Dos conjuntos son “ya sea o”, y cuatro de ellos tienden a sentirse abrumados.

  • ¿Cuál es su opinión general sobre el tema? ** ¡Los discursos neutrales son discursos aburridos!

Paso 2: Organizar

La investigación sobre la psicología del consumidor muestra que cuando le das a la gente demasiadas opciones y demasiada información, lo ignoran y terminan sin comprar nada. Cuando le pides a tu audiencia que compre (o al menos compre) lo que estás hablando, quieres que tus pensamientos sean lo más simples y ágiles posible. Aquí hay un esquema simple para que usted y su audiencia se mantengan enfocados:

  • Una introducción convincente: Use citas, historias, preguntas o estadísticas: haga que su audiencia le preste atención lo más rápido posible. “Hola, buenos días y gracias por invitarme” no cuenta como una declaración de apertura atractiva. Recuerde, esta es su única oportunidad de hacerle saber a su audiencia que vale la pena escucharlo.

  • Avance: Hágale saber a su audiencia lo que viene a continuación, diciendo “Hoy, vamos a cubrir …” El viejo dicho “diles lo que les vas a decir, diles y luego diles lo que les estás diciendo “es absolutamente cierto. (Como beneficio adicional, dígale a su audiencia cómo se beneficiarán de su presentación. ¡Estimulará su atención!)

  • Puntos 1 a 3: haz tu caso Estos puntos deben basarse en lo que preparó anteriormente (lo que quiere que su audiencia sepa o entienda). Para que su punto resuene, incluya historias, estadísticas, noticias y ejemplos de cultura pop, citas de expertos y experiencias personales. Pero no los use todos para cada punto. Elija una o dos maneras de dar vida a cada punto y siga adelante.

  • revisión: Diles lo que les acabas de decir. (En serio, nuestra memoria es corta y nuestra capacidad de atención es aún más corta).

  • Preguntas y respuestas: Podrías pensar que deberías dejar la pregunta para el final. Piensa otra vez. Cuando guarda la pregunta para el final, deja que la audiencia decida el tema y el tono de su cierre. ¡Pones tanto esfuerzo en esto! Haga una sesión de preguntas y respuestas antes de cerrar para que pueda abordar cualquier pregunta que tenga su audiencia y aún así planear llegar a su propia conclusión.

  • Acercarse: Casi ha terminado, pero no del todo. La ley de la actualidad nos dice que los oyentes recuerdan lo último que escucharon. Resuma cualquier proyecto suelto con una conclusión inspiradora que obligue a las personas a pensar y actuar de manera diferente, y luego termine con una declaración memorable y emocionante. Para obtener crédito adicional, haga que sus comentarios de cierre reflejen sus comentarios de apertura para que su discurso se sienta como un paquete completo.

Paso 3: Presente con entusiasmo

Maya Angelou dijo una vez: “Mi misión en la vida no es solo sobrevivir, sino prosperar; y hacerlo con algo de entusiasmo, algo de empatía, algo de humor y algo de estilo”. , pero en cambio lo entregó con algo de simpatía, algo de humor y algo de estilo.

Haz contacto visual con tu audiencia, usa tus brazos para generar energía, muévete por la habitación (bueno, no demasiado) y da vida a tu voz y rostro para demostrar que te importa tu tema y tu audiencia.

No te quedes ahí parado, haz algo. Transforme su presentación de “Ay de mí” a “¡Guau!” De “No puedo creer que tengo que escribir un discurso” a “Me lo pasé genial. ¡Siguiente!”

Fotografía en lápiz y papel cortesía de Shutterstock.

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