Cómo negociar (sin hacer llorar a la gente)

En el mercado de artesanías Sunday Walking Street en Chiang Mai, Tailandia, mi amigo se detuvo para admirar el tapiz de teca, una hermosa pieza de madera de teca tallada a mano en hermosos diseños birmanos por artesanos locales.

“¿Cuánto es esto?”, preguntó mi amigo en inglés.

El tallador de teca habló en hmong y le dijo que el precio era de unos 15 dólares.

Volvió a mirar la pieza y preguntó: “¿Puedes darme un descuento?”.

El grabador parece esperanzado. “400 bahts”.

Mi amigo se quedó de una pieza, insatisfecho. “¿Puedes bajar más?”

El hombre miró su talla con desconfianza. “350 bahts.”

Mi amigo dijo: “Te doy 150” (alrededor de $5). El artesano miró solemnemente la talla: le llevó casi dos días completarla.

“Está bien. 150”, dijo con voz triste.

Mi amigo echó otro vistazo al grabado. “No vale la pena”, dijo, y se alejó.

Al final, ni mis amigos ni los artesanos consiguieron lo que querían. La verdad es que mi amigo cometió varios errores en la negociación. Es cierto que comprar en una nueva cultura es abrumador: hay tantas cosas únicas para comprar, y su marco de referencia para su valor o lo que debe tratar de reducir el precio es cero.

Pero regatear no se trata solo de decepcionar a alguien para obtener el mejor trato: es una forma de arte que combina el compromiso, la cultura y la equidad mutua. Aprender estrategias de antemano le permitirá respetar a los demás mientras se asegura de no pagar de más. Aquí hay algunos consejos sobre cómo negociar para mantener a todos contentos.

1. Sepa cuándo negociar (y cuándo no)

Antes de ir, investiga el mercado donde vas a comprar. Si está visitando un mercado turístico, los precios pueden estar inflados, así que prepárese para regatear. En estos casos, reducir el precio de venta al 15% o 20% es una buena regla general.

En el mercado local, normalmente obtienes el mismo precio que los locales, por lo que debes regatear y reducir el precio alrededor de un 10%. Algunos mercados locales utilizan precios fijos, lo que significa que no podrá negociar. En este caso, el vendedor le dirá que “no hay trato” cuando ofrezca un precio más bajo; no intente resistirse.

Además, nunca regatees por la comida; esto se considera de mala educación en la mayoría de las culturas.

2. Habla con el vendedor

¿Los artesanos están trabajando y vendiendo frente a usted, o los proveedores son los intermediarios? ¿Los artículos son hechos a mano o hechos a máquina? Si el artesano está trabajando en un lugar donde pueda verlo, preguntarle sobre el artículo, de dónde vino y cuánto tiempo tomó hacerlo lo ayudará a comprender la historia del artículo y decidir una ganga.

Si el vendedor dice “mi hermana lo hizo”, sabrás que es un código “de fábrica”. Si ese es el caso, especialmente si se trata de kitsch culturales como imanes o pantalones de pescador, puede regatear más: tendrá muchas oportunidades de obtener un precio justo en artículos al por mayor.

Ahora también es el momento de presentarse al vendedor para mostrarle en qué se diferencia de los muchos turistas que él o ella ve todos los días. ¿Eres profesor, médico o estudiante? Juega esto para ganarte el respeto, o entender que probablemente no tengas mucho dinero para dar.

3. Comprende el precio y el valor

Si se está enfocando en un artículo específico, pregunte “¿Cuánto cuesta?” Mida el precio promedio en diferentes puestos y tiendas. Conocer el rango de precios para turistas y extranjeros prepara el escenario para que comiences a regatear.

Cuando esté listo para comprometerse, elija el comerciante al que le gustaría comprar y pregunte: “¿Puedo obtener un descuento?” Pero no empiece a regatear a menos que hable en serio, muestra una intención más seria que simplemente preguntar por un precio

Nunca nombre el precio primero, ya que esto depreciará o inflará el precio del artículo. Una vez que obtenga el precio de venta, determine su precio. El vendedor puede ofrecer un “no” flexible o un “no” muy firme: preste atención a sus señales verbales y lenguaje corporal, y busque signos de voluntad de compromiso. Debe negociar hasta llegar a un número que aún le permita al vendedor obtener ganancias mientras le otorga un pequeño descuento.

4. Confía en tu instinto

Observe atentamente a su vendedor: cuando esté empacando, una sonrisa puede significar “Le cobré de más” o puede decir: “Estoy contento con el trato y me alegro de que alguien aprecie mi trabajo”. en realidad fue insultado, o completamente falso.

Al final, este proceso es todo un buen juego intelectual, así que mantén la calma en todo momento. Si no le gusta la forma en que el vendedor lo trata, explique con amabilidad que no puede aceptar la compra en este momento y pasar al siguiente vendedor. A menudo encontrará que simplemente mostrar desinterés lo reducirá a un precio en el que ambos estén de acuerdo. Si tiene un mal presentimiento sobre el vendedor o un artículo, o cree que puede encontrarlo en otro lugar por un precio más justo, confíe en su instinto. Si te gusta esta pieza y crees que vale la pena, comprométete con ella para no fallar.

5. Muestra tu respeto

Una vez que acuerde un precio, respete la moneda: no es una moneda de monopolio. Planee llevar billetes pequeños y dar cambio cuando quiera regatear, ya que pocos vendedores son capaces de romper billetes grandes (si saca mucho dinero en efectivo después de explicar que es un mal estudiante, pierde credibilidad).

Recuerde, a veces obtendrá una buena oferta y, a veces, le cobrarán de más. Al final, tienes que reírte o encogerte de hombros. Si puede pagar un boleto de avión a su destino, cualquier ganga de unos centavos es relativa. Así que agradece al vendedor en tu idioma local y celebra tu éxito.

Foto de mujeres comprando cortesía de Shutterstock.

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