El cambio de mentalidad lo ayudará a lidiar con colegas pasivo-agresivos

persona en el escritorioBase de maquillaje para ojos compasivos / Gary Burchell / Getty Images

Todos podemos nombrar a una persona pasivo-agresiva en este momento. Ya sea un amigo que siempre te envía mensajes de texto, un compañero de cuarto que hábilmente pone tus platos sucios en la cama o incluso un colega que saluda a todos menos a ti por la mañana.

A diferencia de los dos primeros ejemplos, este colega plantea más preguntas porque no podemos simplemente distanciarnos de ellos.

Amy Gallo escribió recientemente un artículo en Harvard Business Review sobre la mejor manera de abordar este problema. Además del consejo obvio de no reaccionar de forma exagerada, enojarse o actuar pasivamente agresivo por su cuenta, Gallo comparte el consejo de la autora Amy Su: Lo más importante que debe recordar es que, por lo general, no se trata de usted:

Las personas que a menudo actúan de manera pasivo-agresiva no son necesariamente completos imbéciles. Puede ser que no sepan comunicarse o tengan miedo al conflicto… y una especie de egocentrismo. “Hacen la falsa suposición de que otras personas deberían saber cómo se sienten y que sus necesidades y preferencias son más importantes que las de los demás”.

Una vez que acepta el hecho de que la persona puede no haber actuado de esta manera intencionalmente hacia usted, puede abordar el problema con una mente más clara. Como sugiere Gallo, concéntrese en el quid del problema, no en la forma en que se presenta.

Por ejemplo, si su compañero de trabajo le grita en una reunión que “no la escuches pase lo que pase”, puede ser una señal de que los demás suelen ignorar su opinión. O bien, si sus compañeros de escritorio tienden a alejar sus suministros de sus escritorios todo el tiempo, es posible que solo estén luchando por encontrar su propio espacio en una oficina abierta llena de gente.

Pensarlo de esta manera le da dos opciones: puede tomar medidas y hacerlo mejor para mantener su escritorio en su escritorio. O puedes decir algo. Esto no significa confrontación, sino diálogo en el momento.

Por ejemplo, la próxima vez que vea a su colega empujar una carpeta hacia su escritorio, dígalo en voz alta.

“No me di cuenta de que estaba en tu escritorio. Lo siento, mis cosas siempre se desbordan, lo haré mejor”.

O, a alguien que se queja en una reunión, puede decirle: “Lo siento si te hice sentir de esa manera, y realmente quiero saber de ti”.

Al reconocer el problema sin escalarlo, está cambiando la situación de ser pasivo-agresivo a ser abierto y honesto. Al hacer esto, puede establecer estándares para interacciones laborales apropiadas y respetuosas. Te sorprenderá lo poderosas que son tus acciones.

Este artículo es de índole informativo, es una recopilación de información de internet, esta información no necesariamente esta actualizada o es una fuente final de información. .