
Probablemente ya haya tenido una mañana muy ocupada. Tal vez respondiste algunos correos electrónicos, escribiste tu lista de tareas y te preparaste para el día siguiente.
Pero tengo una pregunta para ti (no me malinterpretes). ¿Realmente hiciste algo?
En cambio, ¿alguna vez has hecho algo que haya producido resultados?
James Clear en el Buffer Blog divide el trabajo en dos tipos: Acciones y Acciones. La acción es un trabajo que produce resultados directamente. El movimiento lo es todo. A veces es necesaria una moción para que estemos listos para actuar. Pero otras veces, es una forma de convencernos de que estamos haciendo el trabajo, en lugar de hacer el trabajo duro.
Clear da algunos ejemplos en su publicación para ilustrar la diferencia:
Recomienda asegurarse de que la acción suceda programándola en su flujo de trabajo semanal o estableciendo una “fecha límite” para cuando pasará de un movimiento a otro en un elemento específico.
Entonces, ¿cuál es tu objetivo hoy? Asegúrese de incorporar algún trabajo de “acción” en sus “acciones” diarias. Lo más probable es que te sientas más realizado al final del día.
Fotografía de personas ocupadas cortesía de Shutterstock.
Este artículo es de índole informativo, es una recopilación de información de internet, esta información no necesariamente esta actualizada o es una fuente final de información. .