
¡Tú y tu pareja ahora están bajo un mismo techo! No solo comparten el baño y el armario, sino que también comparten el alquiler, los servicios públicos y los comestibles. Combine las finanzas con su pareja y combine el dinero y el amor; de hecho, ambos son temas emocionales.
Entonces, para mantener la calma mientras hace la transición, es una buena idea establecer reglas básicas antes de encontrar desacuerdos. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a comenzar a consolidar sus finanzas.
Regla #1: Crea un Sistema
Al determinar la responsabilidad de cada gasto con anticipación, eliminará la posibilidad de malentendidos y reacciones exageradas al comienzo de la factura. Averigüe qué cargos deben considerarse comunes y cuáles usted o su pareja manejarán por separado. Creo que todo lo que usas en común (alquiler, servicios públicos, cable, internet, comestibles y seguros) es un gasto común. Configure una cuenta que los dos compartan y pague sus facturas conjuntas a través de un débito automático de esa cuenta.
Sus gastos personales incluyen cosas que cada uno paga por sí mismo: compras, pasatiempos, tarjetas de crédito que abrieron antes de estar juntos y salir a cenar solos. Dicho esto, considere establecer sus cuentas conjuntas e individuales en el mismo banco o cooperativa de crédito. Esto le permite transferir fondos fácilmente a sus cuentas combinadas el día de pago.
Regla #2: El amor y el presupuesto son justos
Usted y su pareja pueden recibir un pago diferente, por lo que una forma de equilibrar sus gastos compartidos es prorratear sus ingresos en su presupuesto compartido. Para decidir cuánto debe contribuir cada uno de ustedes, comience sumando los cargos mensuales de sus cuentas conjuntas. Divida ese número por su ingreso mensual total. El porcentaje resultante es el aporte que cada uno de ustedes hará de sus ingresos.
Por ejemplo, si sus gastos llegan a $2,000 por mes y su ingreso bruto es de $5,000 por mes, cada uno contribuirá con el 40% de su salario (2000/5000 = 0.40). Si su ingreso es de $3,000 de $5,000 y el ingreso de su pareja es de $2,000, usted aportará $1,200 a la cuenta de gastos conjunta y su pareja $800.
Regla #3: Establezcan metas financieras juntos
Una vez que haya categorizado sus gastos y creado un presupuesto correspondiente, es hora de comenzar a establecer sus objetivos financieros compartidos. Si uno de ustedes es mejor para equilibrar su chequera y asegurarse de que sus facturas se paguen a tiempo, esa persona puede ser el líder cuando se trata de estas tareas. Pero aún debe ser constante cuando se trata de presupuestar y ahorrar. Configure su cuenta en Learnvest o Mint.com para que cada uno de ustedes pueda iniciar sesión para ver sus detalles financieros.
Habla también de tus objetivos. ¿Estás ahorrando para una boda o para el pago inicial de una casa? ¿Tienes unas vacaciones de ensueño por venir? ¿Cómo se ven sus dos cuentas de jubilación? Asegúrese de utilizar también los sitios anteriores para realizar un seguimiento del progreso de sus ahorros.
Regla #4: La comunicación es la clave
Muchas parejas tienen hábitos de gasto y actitudes hacia el dinero completamente diferentes, lo que puede conducir a serios malentendidos. Usted puede ser un gastador y su pareja puede ser un ahorrador. Para mantener la paz, tenga una reunión de presupuesto mensual (como en el trabajo, solo que es más divertido, tal vez durante la cena o una bebida). Eche un vistazo a dónde podría estar gastando de más, dónde encontró algunos ahorros adicionales y, lo que es más importante, qué tan bien les está yendo como pareja para alcanzar sus metas financieras.
Esté preparado para encontrar soluciones (en lugar de señalar con el dedo o señalar con el dedo) para cualquier problema que surja. Si uno está completamente por encima del presupuesto, en lugar de luchar por él, piense en cómo se ajustará el próximo mes para compensarlo. Especialmente al principio, su presupuesto combinado (y la práctica de hablar de él) será un trabajo en progreso.
Con el tiempo, aprenderán sobre los patrones de gasto de los demás. Incluso si su administración del dinero y sus hábitos de gasto son muy diferentes ahora, siempre que se comunique de manera positiva, es probable que comiencen a complementarse entre sí. Si eres un ahorrador para la pareja, ten en cuenta que ahorrar cada centavo no siempre es lo mejor si significa que no puedes vivir un poco. Si gasta, recuerde que las compras precipitadas pueden alejarlo cada vez más de otras metas financieras. ¡Compruébense unos a otros y equilibren su chequera!
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